EJERCER LA CIUDADANÍA

Fieles a nuestra filosofía de generar y extender conciencia vial, este año hemos colaborado en el programa SQTM (Seguro que te mueves) mediante un acuerdo suscrito con la Diputación Provincial de Sevilla. El objetivo del programa es la implicación de los jóvenes en la seguridad vial de sus municipios, a través de la formulación de propuestas que se trasladan a los respectivos gobiernos municipales, después de estudios de análisis y diagnóstico de la realidad vial elaborados a pie de calle por los propios jóvenes. En el presente año, nuestra participación ha consistido en explicar la realidad actual de los accidentes de tráfico: evolución numérica en los últimos años, causas que los originan y consecuencias sobre las víctimas y en su entorno social. Toda la información al respecto ha sido favorablemente acogida por los jóvenes participantes, pero, desde nuestro punto de vista, sin quitar importancia al hecho de revelar todo aquello que concierne a la siniestralidad en el tráfico, lo más importante es relacionarlo todo con la responsabilidad individual y colectiva ante el fenómeno del tráfico, partiendo de la idea de que el tráfico es uno de los escenarios cotidianos en los que se ejercen los derechos y se cumplen las obligaciones, los deberes ciudadanos. Desde esa perspectiva, se trata de explicar los accidentes como hechos en los que participan personas que son titulares de derechos y deberes, de forma tal que la prevención de los accidentes de tráfico es realmente eficaz cuando las personas ejercen sus derechos respetando los de los demás: así, el ejercicio del derecho a la vida y a la integridad física, como primer derecho humano reconocido en nuestra Constitución requiere necesariamente la existencia de un rechazo social hacia todo tipo de comportamientos que generan un riesgo para la vida de las personas y de la promoción y difusión de comportamientos viales seguros y responsables. Trabajar en esa vinculación de los derechos y deberes ciudadanos con el fenómeno del tráfico es nuestra tarea, para que los jóvenes perciban claramente que el cumplimiento de las normas de seguridad vial no es un objetivo en si mismo, sino una herramienta, un instrumento que crea seguridad personal y colectiva, bienestar y calidad de vida en las personas, y que garantiza el pleno ejercicio de sus derechos ciudadanos. Este es el enfoque que he dado a mi participación en el programa SQTM, en una sesión con los alumnos de tercero de ESO del Instituto de Enseñanzas Secundarias La Atalaya, de Casariche (Sevilla) y que comparto con todos vosotros.