martes, 9 de abril de 2013

UNA IMAGEN VALE MÁS QUE MIL PALABRAS

Hay momentos en los que sobran las palabras, y otros en los que además serán inútiles ya que no existe ninguna que sea capaz de consolar a unos padres que acaban de perder a su hijo de 22 años en un, llamémosle “Desgraciado Accidente”.
Ahora a Bartolomé y a Emilia les queda una lucha diaria para vivir con esa losa que con fuerza les oprime el pecho,  Aún  así estoy seguro que el recuerdo y el amor hacía su hijo les dará fuerzas para clamar justicia y soluciones para que esta desgracia no se repita y otros padres no tengan que pasar por su calvario.
Se de los momentos tan duros que deben estar pasando, por eso espero, deseo, que no hayan perdido su fe, la misma que, año tras año, mueve a Bartolomé a portar sobres sus hombros a nuestra Señora, la misma fe que le haga estar seguro que ahora, su hijo, se encuentra junto a ella, bajo la protección de su manto. De lo sucedido no se puede culpar a la acción divina,  pero si a la mano del hombre, o a su avaricia, o a su estupidez al pretender frenar la implacable acción de la naturaleza con un trozo de chapa, y lo peor de todo es que se veía venir, que ha sido la crónica de un hecho anunciado.
No quiero ser pájaro de mal agüero, ojala esté equivocado, pero creo que esta no será la última desgracia de este tipo que sucederá, sólo hace falta salir a dar una vuelta por las carreteras de la zona, y observar como se están convirtiendo en verdaderos caminos de cabras,  para estar seguro de ello. A la mente de muchos vecinos de la zona les viene a la memoria otros tiempos, no tan lejanos, en los que nos encontrábamos prácticamente aislados del resto de España.
Foto: Rafa Sánchez
(Diario de Córdoba)
A pesar de todo, estoy seguro que alguna mente prodigiosa dirá que el lamentable estado de muchas de nuestras carreteras se debe a la crisis, a que no hay “un duro” vamos, situación provocada por haber derrochado y haber vivido por encima de nuestras posibilidades, pero yo miro a mi alrededor y solo veo familias que lo único que han hecho y siguen haciendo, la que aún puede, es madrugar diariamente para ir a trabajar con la única esperanza de ir tirando y poder vivir un poco dignamente, familias que sin embargo pagan, y muy caro, las consecuencias de la avaricia y el derroche de otros, cuyos hijos con toda seguridad no tienen que conducir por nuestras carreteras.
El tráfico tiene varios principios, pero creo que deberíamos añadir uno más “Principio de poder circular seguro, sabiendo que la carretera no se abrirá ante tus pies”
No puedo asegurar que esta desgracia se hubiera podido evitar, pero, si es así, alguien debería ver las imágenes de esta familia destrozada y si queda algo de conciencia y dignidad, hacer todo lo posible para que este drama no se vuelva a repetir.
Sirva este escrito como un pequeño homenaje a Miguel Ángel y como protesta por lo sucedido.
 Enviado desde Villanueva de Córdoba por:  D. Bernardo Álvarez Muyño, Socio Fundador de ATESVAN (FETEVI-ANDALUCÍA), luchador contra los siniestros viales, firme convencido que desde la educación está la prevención a todos los niveles y sobre todo....  una gran persona.

Puedes leer la noticia de este drama en Diario de Córdoba, pinchando aquí.

2 comentarios:

  1. HABLO EN NOMBRE DE MI FAMILIA, FAMILIA DE MIGUEL ANGEL. DESDE AQUI QUEREMOS AGRADECER A BERNARDO ESTE ESCRITO QUE TANTO NOS HA CONMOVIDO. GRACIAS A ESTAS MUESTRAS DE APOYO VAMOS HACIA DELANTE EN EL DIA A DIA QUE CADA VEZ SE NOS HACE MUCHO MAS PESADO, MUCHAS GRACIAS.

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  2. Desde el equipo de ATESVAN, expresar nuestras condolencias a la familia. Seguimos luchando para evitar estas situaciones desde la prevención. Mucho ánimo.

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